El chef Massashi Ijima, al final de su jornada del almuerzo.
Le Cinquième Péché (el quinto pecado) es un pequeño y refinado restaurante que se encuentra en el hermoso pueblo turístico de la costa de Langedoc-Rousillon, llamado Colliure . Oriundo de una ciudad cercana a Tokio, su chef, Massashi Ijima describe su cocina como muy personal, que utiliza especias de todo el mundo, españolas, italianas, asiáticas, pero aclara que la base de su cocina es, en esencia, francesa. El resultado no podría ser mejor, una carta muy creativa, que enfatiza en los productos del mar, y regionales, platos realizados con mimo y que intentan sorprender con cada combinación de sabores. Tiene una carta de vinos interesante que acoge a muchos vinos regionales, e incluso algún vino de la casa por un precio razonable. Dejarse aconsejar por el sumiller es todo un acierto.
Un fresco y delicioso aperitivo de la casa.
El restaurante tiene una sobria y bonita decoración, cuida los detalles de la mesa, copas, y su atención es correcta. Su cocina es semiabiera y se puede ver al chef en acción (eso cada día me gusta más). Massashi Ijima apunta en su página web, que ha querido hacerla de esta forma, recordando la tradición japonesa, en la que el chef puede hablar con el cliente directamente, mientras trabaja.
Carpacho servido en una cama de gazpacho con tomate y pomelos.
Delicioso, especialmente sus entrantes, como el carpacho servido en una cama de gazpacho de tomate y pomelo, una combinación refrescante y sorprendente. El otro entrante, con un toque más japonés: sashimi de vieras con guacamole, espuma de yuzu (una fruta cítrica nipona) en una cama de fideos; fresquísimos sabores, simples, en el mejor sentido del término.
Detalle del sashimi viera, con guacamole y espuma de yuzu.
De segundo, optamos por el pescado del día, quizá una ración demasiado pequeña, pero bien vale la pena, la piel lo justo de crocante, servido con una espuma cítrica de yuzu y rábanos blancos.
Luego, los postres, que la verdad me parecieron el broche de oro. Singulares, fresquísimos, livianos y sin empalagar, como su helado casero de fruta de la pasión, con culis de frutas exóticas en una cama de piñas confitadas. El otro postre, unas obleas bretonas con crema de limón y chantillí de wasabi, de una delicadeza infinita.
Tiene un menú cerrado, con tres opciones a escoger por cada plato, con un precio muy módico (almuerzo) si lo comparamos con la calidad que ofrece. De dos platos, 19 euros y el de tres, 25. Para cenar, 39. Lo mejor es reservar porque suele estar lleno.
Le Cinquième Péché
16 Rue de la Fraternité
66190 Colliure
Teléf.: +33 0 468980976
Francia