Los entrantes son deliciosos en su mayoría y en especial sus calabacines a la plancha acompañados de yogurt, la sardinas fritas, super crujientes, y las berenjenas cocidas con crema de tzatsiki. Los pescados, debo decir que ha sido uno de los mejores que he probado en la ciudad, ya que lo preparan el punto justo de jugoso y uno lo puede escoger en la entrada. Uno de los clásicos es el bifkteki al grill relleno de queso feta, acompañado de vegetales al vapor y patatas, una delicia. La verdad que las raciones son tan grandes que nunca llego al apartado de postres. Su carta de vinos es variada y hay de donde escoger, sobre todo entre los italianos.
La diferencia, es que el local, los viernes y sábados, se transforma como a la 23.00 horas en un bar. El Dj va subiendo poco a poco la música del ambiente y la gente empieza a bailar. Dicho estilo lo han copiado otros restaurantes griegos de la ciudad pero con un resultado mucho más incomodo porque son realmente pequeños. Acá, quien no quiera mucho participar de la fiesta, hay espacio suficiente para todos y la música no llega a ser estridente ni incómoda. Una buena alternativa para comer y tomar unas copas en un mismo local. Una cocina honesta sin grandes pretenciones pero en la que uno puede percibir el cuidado que le ponen.
Posee un buen guardarropa, cosa que parece poco, pero siempre se agradece, en una ciudad de invierno tan largo, donde poder dejar con comodidad los abrigos. Muy recomendable. Eso sí, hay que reservar con bastante antelación, sobre todo para los fines de semana, porque siempre está lleno. Los precios: entrantes entre 4 y 10 euros, segundos entre 10 y 17, sobre todo los pescados. Una cena oscila entre 30 y 40 por persona sin privarse de nada.
*Coloquial: pijo (Esp.), sifrino (Venez.)
Königinstr. 34
80802 Múnich
Teléf.: +49 089 38 88 76 40
Web: Taverna Cavos
Imágenes 3y 4 ©Taverna Cavos